I TRAIL CIUDAD DE VALVERDE
LAS PALOMAS
…Y
mis hijos me preguntan:
-
¿Para que corres
si nunca ganas?
-
Para superarme a
mi misma. Mi objetivo no es ganar, sino acabar. Cuando haces una carrera de 50 km, con un terreno un poco
durillo, tu gran recompensa es saber que has sido capaz de terminarla, es una
prueba más en la vida, algo que no es fácil y que a parte de tener un poco de
forma física, es necesario tener una buena forma mental, y el demostrarte a ti
misma de que la tienes, te hace afrontar los problemas del día a día con más fuerza.
¿Lo entendéis hijos?
-
NO (ponen cara de
póker).
Es
el gran día, hemos estado muy nerviosas los días previos, nos acercamos al
recoger los dorsales y todos son nervios y visitas al WC, todos vienen
preparados para correr, bueno, casi todos, y nosotras con nuestros bastones,
miro a mi alrededor y la mayoría de los que está preparados a andar llevan uno
o ninguno, una chica que está estirando nos comenta, “ lo peor es del km 17 al 23”, bueno, nos lo tomaremos
con calma. Fotitos de rigor con los Androx y al cajón de salida.
Comienza
la carrera, la salida muy buena, sin mucho apelotonamiento, caminamos hacia las
afueras del pueblo, todos a una, los que han salido corriendo van por delante y
nosotras a nuestro ritmo, creo que las únicas que llevábamos los tacos para
asfalto, la mañana empieza a acompañar con la niebla, pero sabemos que no va a
durar mucho, al ratito “mi amigo” empieza a hablar -Tiempo 19 minutos 59 segundos, calorías X
distancia 2 km,
ritmo 9 minutos 59 segundos.- Yo grito eufórica, ¡Ya llevamos 2 km, nos faltan sólo 48 km!, nadie se emociona…
Empezamos
a adentrarnos en las montañitas de Valverde, ya que como pudimos comprobar más
adelante, los pinos de Valverde estaban en la dirección contraria. La gente que
caminaba a nuestro lado comentaba…esto no son cuestas, lo
fuerte está por llegar, y yo pensaba, bueno… pues ya lo veremos, y les decía, ¡a
mi no me lo cuentes, ya lo veré!, como animadores no tenían precio jijiji.
Continuamos
la marcha, las cuestas hacia abajo las hacíamos corriendo, bueno, nos dejábamos
caer, con los bastones parecía que volábamos, hubo alguno que se picó con
nosotras.. ilusos, ¡ si no os vamos a ganar! jajaja, “mi amigo” vuelve a
hablar -Tiempo 36 minutos 37 segundos,
calorías X distancia 4 km,
ritmo 8 minutos 19 segundos.- ¡ Ves Paloma!, eso son las cuestas hacia abajo.
Llegamos
al primer avituallamiento, creo que fue en el km 9, nos dieron agua y unos de
los voluntarios nos comentó
-
Nos os
preocupéis, tampoco es tanto lo que queda, las cuestas no son tan duras, se hacen
bien.
-
Así me gusta,
alguien que suba la moral, el susto ya me lo encontraré yo cuando lo vea.
Y
efectivamente, fue un sustillo, pero focalizamos el objetivo en la llegada a la
cima, como no se veía si habían más, pues no sufríamos tanto, es lo que tiene
la ignorancia, no te da miedo de nada. Un caminante pasa por mi lado y me
comenta. –Son siente- Bueno, me voy a callar para no desmoralizar a los demás.
Después
de la subida, llegaba la bajada. Una, Dos, Tres… La verdad es que dejé de
contar, no se si fueron siente, pero por ahí andaría la cosa. Solo pensaba en
llegar a la cima y que Paloma fuera bien, todo ello evitaba que pensara en el
calor, cansancio etc.. esas cosas que hacen que todo sea cuesta arriba.
En
la penúltima cuesta un motorista, de los voluntarios, nos echó agua por encima,
¡Que bien no sentó!.
Pasadas
estas subiditas y bajaditas llegamos a un puesto de avituallamiento que estaba
pegado a otro, ¡ Que de gente !, ya nos explicaron que para llegar al otro
tendríamos que recorrer un poquito más, ya que desde el otro punto quedaría
sólo 12Km. Tomamos las naranjitas que nos sabían a gloria, platanitos, aguita…
Seguimos
caminado, se unió a nosotras un caminante de Isla, y los tres continuamos
subiendo y bajando cuestas, llegado a este punto, como las cuestas eran más
llevaderas, ni Paloma ni yo queríamos bajarlas, las rodillas estaban resentidas
y las bajadas nos costaban cada vez más. Yo veía la subida y decía ¡Bien! y
veía la bajada y decía ¡OFuuuu! . Y entonces pasó lo más inesperado… me caigo en
un llano ¡que torpe!, en mi favor diré que había muchos palitos en el suelo,
continuamos el camino un poco dolorida pero enseguida se me olvidó el dolor.
A
nuestro ritmo fuimos caminando y sacando temas de conversación, para que fuera
todo más ameno y se nos olvidara el cansancio, creo que le conté a Paloma todas
las gilipolleces que se me pasaron por la cabeza, hasta cosas que diría ella…
¿y a mi que me importa? Jiijij, pero bueno, era por una buena causa, no pensar
en el cansancio, calor etc.
Acabamos
ese circuito y ya solo nos quedaban 12 Km. Nos comentaron en ese puesto que habían
abandonado muchos, yo solo pensaba, …con lo poco que queda, si hace falta voy
arrastrándome… Frutita reponedora y continuamos la marcha.
Cuando
ya solo quedaban 7 km
nos paramos en el último puesto de avituallamiento, ahí estaban dos chicarronas
de las sierra, curtidas en esto de las
cuestas, que nos habíamos ido encontrando durante toda la carrera, unas veces
estaban ellas por delante y otras por detrás, nos llamaban LAS PALOMAS. Paloma
se sentó a descansar, y a modo de pique, con unas palebrejas, hice que se
levantara para poder adelantarlas.
Seguimos
nuestra marcha, creíamos que ya no habían más cuestas, pero no, hasta el final
nos acompañaron las cuestecillas.
Cuando
ya quedaba muy poquito, unos 7
km, Paloma se vino un poco abajo y las chicarronas nos
adelantaron, creo que fue debido a la falta de alimento, lo que se llama una
pájara, no me comentó nada hasta más adelante, cuando ya se le había pasado, sería
para que no le obligara a comer… Puse un poquito de música en el móvil y
seguimos la marcha, cuando llegamos a la carretera de la entrada al pueblo,
vimos el cielo abierto, ¡Ya no queda nada!, eso pensábamos, pero faltaban 2 km. En ese momento ya estábamos
más animadas, una niña que nos vio pasar nos gritó ¡Ánimo, solo os queda un kilómetro!,
¡ Que pueblo más entregado….!
En
ese último kilómetro se nos agregó un
hombre, que me reconoció como alumna suya de la facultad, ¡Que vergüenza!, yo
no me acordaba de él, la verdad es que tengo la cabeza fatal… jijiji.
Y
vimos la meta…. Y nos aplaudieron…. Y saludé con reverencias… Y Paloma pasó
toda la vergüenza que a mi me falta jijijijij.
10
horas, 39 minutos. Rozaduras, Ampollas…y ¡MUCHA FELICIDAD! .
GRACIAS
PALOMA POR ACOMPAÑARME EN ESTA AVENTURA.
María
Cousillas.
Ya María ha explicado con detalle como fue el transcurso de la carrera, yo solo quiero decir unas palabras de mis sensaciones vividas:
-Frío mañanero,nervios, empezando a rodar, uff subidas, cogiendo el ritmo, uff más subidas, veo el abismo (del km 17 al 23), calor y más calor, moscas cojoneras, uff más subidas, María hablame por dios que se me pase el tiempo más rápido,no veo el fin, uff bajadas, pájara, llegando: alegria, satisfación, cansancio, emocion...
En fin que son muchas cosas que una experimenta a los largo de diez horas y media andando. Tengo que darle las gracias a María por su apoyo , por tirar de mi siempre con unas palabras de animo en la boca y por su alegría.
¡Chicas id preparándose, que Morón cada vez esta más cerca¡
Paloma González